El Calcio en el Agua Potable: Entre la Salud Ósea y la Calidad del Agua
Cuando hablamos de calcio, lo primero que nos viene a la mente es su papel esencial en la salud ósea. Pero, ¿sabías que el agua potable puede ser una fuente significativa de calcio en la dieta, especialmente en regiones con aguas duras? En este artículo, exploramos qué beneficios aporta el calcio en el agua, sus posibles efectos adversos y qué dice la ciencia sobre su consumo.
¿Qué es el Calcio y Cómo Llega al Agua Potable?
El calcio (Ca) es un mineral esencial que se encuentra de forma natural en las aguas subterráneas debido a la disolución de rocas como la calcita, el yeso o la dolomita. Es uno de los principales contribuyentes a la dureza del agua, junto con el magnesio.
Las concentraciones pueden variar significativamente según la geología local, y en aguas subterráneas pueden superar fácilmente los 100 mg/L.
¿Cuáles Son sus Beneficios para la Salud?
Según la OMS, el calcio en el agua puede ayudar a cubrir las deficiencias dietéticas y contribuir a prevenir enfermedades como la osteoporosis y la hipertensión:
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Favorece la salud ósea, especialmente en etapas de crecimiento y envejecimiento.
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Disminuye el riesgo de hipertensión y accidentes cerebrovasculares, según estudios epidemiológicos.
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Contribuye a reducir la absorción de oxalatos, ayudando a prevenir cálculos renales cuando se consume junto a los alimentos.
Además, su presencia en el agua puede tener un efecto protector frente a ciertos tipos de cáncer, como el colorrectal y de estómago.
¿Y los Riesgos?
Aunque el calcio tiene baja toxicidad, niveles excesivamente altos (> 300 mg/L) podrían:
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Aumentar el riesgo de formación de cálculos renales en personas predispuestas.
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Causar problemas de sabor o formación de incrustaciones en electrodomésticos y tuberías.
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Exacerbar dermatitis atópica por contacto prolongado con aguas muy duras.
La ingesta excesiva se asocia con hipercalcemia solo cuando se combina con suplementos de vitamina D a dosis altas.
¿Cuál es el Límite Seguro?
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Health Canada sugiere un valor guía basado en salud de 300 mg/L, aunque no se considera necesario establecer un límite máximo regulatorio ya que los niveles suelen ser inferiores.
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La OMS no establece un valor guía específico, pero reconoce los beneficios del calcio en el agua potable.
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Muchos países europeos recomiendan niveles mínimos de 40 a 80 mg/L para proteger la salud cardiovascular.
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El BOE establece un límite máximo de 100 mg/L.
¿Cómo Afecta al Tratamiento del Agua?
El calcio influye en la corrosión, el sabor y la formación de incrustaciones, por lo que es un parámetro importante en el diseño y mantenimiento de sistemas de tratamiento. Las tecnologías como la ósmosis inversa o el intercambio iónico pueden reducirlo cuando es necesario, aunque muchas veces es recomendable remineralizar el agua desalada para asegurar un aporte adecuado.
Conclusión: Un Nutriente Invisible que Vale la Pena Considerar
El calcio en el agua no es solo una cuestión de dureza o sabor. Es un aliado silencioso de la salud pública, especialmente en poblaciones con baja ingesta dietética. En lugar de eliminarlo indiscriminadamente, deberíamos evaluar su rol como fuente nutricional, ajustar tratamientos de agua según el contexto local y mantener informado al consumidor.
Porque el agua debe hidratar, nutrir y cuidar. El calcio puede (y debe) formar parte de esa ecuación.