PFAS en el agua potable: un desafío persistente y cómo abordarlo
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), a menudo denominadas "químicos para siempre" debido a su persistencia en el medio ambiente, son una preocupación creciente para la calidad del agua potable en todo el mundo. Estos químicos sintéticos se han utilizado ampliamente desde la década de 1940 en una vasta gama de productos, incluyendo utensilios de cocina antiadherentes, ropa impermeable, espumas contra incendios, envases de alimentos, cosméticos y más, debido a sus propiedades únicas de durabilidad, antiadherencia y resistencia al agua.
Los problemas de los "químicos para siempre" en el agua potable
La principal preocupación con las PFAS es su extrema persistencia. No se descomponen fácilmente en el medio ambiente, lo que les permite permanecer durante mucho tiempo y acumularse en el agua, el suelo e incluso en los organismos vivos, incluidos los humanos. Su alta movilidad en el agua, el suelo y el aire contribuye a su distribución generalizada, habiéndose documentado su presencia lejos de sus fuentes originales. De hecho, estudios indican que una proporción significativa del agua del grifo en países como Estados Unidos puede contener al menos un tipo de PFAS, tanto en suministros públicos como en pozos privados. Se ha estimado que hay miles de sitios contaminados con PFAS solo en Europa, con puntos críticos que representan una amenaza para la salud humana.
Efectos para la salud humana
La exposición a las PFAS en el agua potable se ha asociado con diversos efectos adversos para la salud humana. Aunque la investigación aún está en curso para comprender completamente los efectos a largo plazo, algunos PFAS como el PFOA y el PFOS se han relacionado con resultados negativos en estudios con animales y humanos, incluyendo cáncer, daño hepático, enfermedad de la tiroides, problemas de fertilidad y desarrollo, niveles elevados de colesterol y reducción de la eficacia de las vacunas. Además, algunos PFAS pueden degradarse en sustancias de cadena más corta que son más móviles y, por lo tanto, potencialmente más problemáticas que el compuesto original. Por ejemplo, el ácido trifluoroacético (TFA), un producto de degradación altamente persistente, está aumentando en las aguas subterráneas europeas y es difícil de eliminar del agua potable.
Un desafío importante para los sistemas de agua es la falta de conocimiento sobre cómo las PFAS están ingresando a sus suministros. Las fuentes comunes incluyen aeropuertos cercanos, estaciones de bomberos (debido a las espumas contra incendios), instalaciones militares y plantas de tratamiento de aguas residuales. Los sistemas de agua públicos, especialmente los más pequeños, a menudo carecen de la información y los recursos adecuados para implementar métodos de tratamiento de PFAS y gestionar de forma segura los residuos contaminados resultantes.
Soluciones para un agua potable segura
A pesar de los desafíos, se están realizando esfuerzos significativos y hay soluciones disponibles para abordar la contaminación por PFAS:
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Monitoreo y Regulación: La identificación y el monitoreo son pasos cruciales. La Directiva de Agua Potable (DWD) de la UE, por ejemplo, exige el monitoreo de los niveles de PFAS en el agua potable a partir de 2026, con límites específicos para las PFAS totales y la suma de 20 PFAS. También se están estableciendo estándares de calidad para las PFAS en aguas superficiales y subterráneas. Es esencial que los estados y países expandan sus actividades de monitoreo para incluir una gama más amplia de PFAS en un área geográfica más amplia, utilizando métodos analíticos más sensibles. En los Estados Unidos, la EPA exige que los sistemas de agua públicos limiten las PFAS específicas en el agua potable a partir de abril de 2029 y monitoreen e informen sobre los niveles de seis PFAS reguladas.
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Tecnologías de Tratamiento: La buena noticia es que existen tecnologías para eliminar las PFAS del agua. Las empresas de agua utilizan una combinación de procesos de tratamiento y dilución controlada para cumplir con los estrictos estándares reglamentarios antes de que el agua llegue al grifo del consumidor. En el hogar, los propietarios de viviendas pueden considerar filtros de carbono o sistemas de ósmosis inversa (OI) para reducir los niveles de PFAS y otros contaminantes. Los filtros de carbono pueden ser una opción de bajo costo y bajo mantenimiento, mientras que los sistemas de OI son altamente efectivos, aunque generalmente más caros y complejos de mantener. La investigación continúa explorando y desarrollando métodos de degradación de PFAS para eliminar permanentemente estos químicos.
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Conocimiento y recursos para propietarios de viviendas: Si bien la mayoría de los hogares con suministros de agua públicos no necesitan analizar su agua, los propietarios de pozos privados pueden querer hacerlo, ya que estos datos no siempre se incluyen en las bases de datos públicas. Las pruebas son la única forma de confirmar la presencia de estos contaminantes en los pozos. Los propietarios de pozos pueden contactar a sus funcionarios locales y estatales para obtener orientación sobre pruebas y opciones de tratamiento. Además, existen bases de datos en línea y guías de compra de filtros de agua, como las ofrecidas por EWG, que pueden ayudar a los consumidores a comprender la posible contaminación en su área y elegir filtros adecuados.
¿Qué niveles son preocupantes?
Las recomendaciones y normas varían según la entidad:
Entidad |
Límite recomendado para PFOS o PFOA (ng/L) |
EPA (EE. UU.) (2024) |
4 ng/L (nivel máximo legal) |
WHO (2022) |
100 ng/L (valor provisional orientativo) |
Canadá (2024) |
30 ng/L (suma de 25 PFAS) |
Unión Europea (2023) |
100 ng/L (20 PFAS) y 500 ng/L (totales) |
Conclusión
Abordar la contaminación por PFAS es un esfuerzo continuo que requiere acciones a nivel individual, comunitario, nacional e internacional. La protección de los estándares de agua potable y la inversión en investigación y desarrollo de tecnologías de tratamiento son fundamentales para garantizar que todos tengan acceso a agua potable segura.